Cuando estamos en el agua, inevitablemente se encuentran corrientes. Cuando eres más, avanzado puedes usarlas a tu favor para salir surfeando más rápido, pero como principiante puede ser una situación realmente aterradora si no sabes qué está pasando o qué hacer para arreglarlo. Nos ha pasado a todos, pero conociendo sólo unos pocos tips básicos no es algo de lo que debas preocuparte.
Las corrientes pueden arrastrarte rápidamente a aguas poco profundas o, por el contrario, hacia aguas demasiado profundas. Tienden a fluir a una o dos millas por hora, pero pueden llegar a 4 o 5 millas por hora. Son especialmente peligrosas en las olas grandes, pero no las subestimes en cualquier tamaño de ola.
Pueden ser difíciles de detectar, pero a veces se identifican por un canal de agua agitada y picada en la superficie del mar. Incluso los surfistas más experimentados pueden ser atrapados por ellas, así que no tengas miedo de pedir consejo a los socorristas. Te mostrarán cómo puedes identificarlas y evitarlas en una playa específica.
La mejor manera de evitarlas como principiante es elegir una playa con socorrista y surfear siempre entre las banderas blancas y negras, que han sido marcadas en base a dónde es más seguro surfear en las condiciones actuales. Esto también ayuda a que te vean más fácilmente, si algo sale mal.
Si te encuentras atrapado en una corriente, lo primero es no entrar en pánico y luego tratar de seguir estos puntos:
—No intentes nadar contra ella o te agotarás.
—Usa la ola de rompiente para ayudarte a llegar a la orilla, o a salir de la corriente.
—Si puedes, rema paralelo a la orilla hasta que te liberes de la ola y luego dirígete a la orilla.
—No tengas miedo de levantar la mano y gritar por ayuda. La mayoría de los otros surfistas te ayudarán encantados.